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miércoles, marzo 18, 2015

¿Por qué en Venezuela no se construyen las escuelas que necesitamos?: una explicación a lo inexplicable

Escribo hoy indignado. Acabo de leer la Memoria y Cuenta 2014 del Ministerio de Educación  y constato que solo construyeron 17 escuelas en toda Venezuela, cuando estuvieron declarando todo el año que construirían más de 100. Aunque en teoría no deberíamos sorprendernos, porque en ninguno de los últimos 10 años han construido más de 30. Lo grave es que necesitamos construir 500 escuelas cada año, durante al menos 4 años. Estamos vergonzosamente lejos de la meta, el gobierno nacional sencillamente no reacciona y personalmente me niego a perder la capacidad de indignación.

En cifras redondas en Venezuela tenemos 27.000 escuelas que atienden poco más de 8 millones de estudiantes. El MPPE reconoce que tenemos 700 mil niños y adolescentes sin atender, otras estimaciones hablan de cerca de 1 millón de excluidos (de los cuáles 800 mil serían adolescentes entre 12 y 17 años). Decir exactamente cuántas escuelas debemos construir es difícil, pues depende del tamaño de la edificación y del potencial de ocupación que tienen las escuelas que ya existen. Sin embargo es indiscutible que se deben construir  al menos 2.000 escuelas en los próximos 4 años. (El MPPE habla de construir 1.500, nosotros estimamos 3.000). Esto significa que deberíamos construir –y me disculpan que insista en las cifras- al menos 500 escuelas nuevas cada año durante 4 años y sencillamente no se están haciendo.

Si se analiza el problema de los adolescentes es más dramático. Pensemos que entre las 27.000 instituciones educativas del País, solo encontraremos que en poco más de 5.000 se puede estudiar bachillerato. Es decir que en más de 21.000 escuelas, nuestros adolescentes finalizan el 6to grado y no tienen dónde continuar sus estudios, viéndose obligados a tomar una decisión que marcará el resto de sus vidas: abandonar su comunidad para continuar la escolaridad o abandonar la escolaridad para quedarse en su comunidad. Este problema podría resolverse construyendo 1.000 liceos (unos 3 por municipio) en los lugares adecuados y ampliando o reparando una cantidad importante de las actuales escuelas.

Pero ¿por qué no se construyen las escuelas? si las comunidades las solicitan, los alcaldes y gobernadores estarían encantados de inaugurarlas, las metas acordadas con todos los organismos internacionales hablan de incrementar cobertura, en todos los discursos se habla de la importancia de la educación... Como todo, es una suma de respuestas, sin embargo consideramos que son dos los factores principales.

En primer lugar –salvo honrosas excepciones- ni el Gobierno Nacional, ni las gobernaciones y alcaldías están asignando prioridad presupuestaria para construir escuelas. Y en segundo lugar –lo que es aún más difícil de resolver en este momento- la política centralizadora desarrollada desde 1998 ha puesto la responsabilidad de construir las escuelas sólo en el Gobierno Central, y queda claro que no pueden hacerlo.

Esta situación podría revertirse si se activara un plan nacional de construcción de escuelas cuya columna vertebral fuesen las alcaldías y gobernaciones. Si cada alcaldía construyese una escuela al año ya serían 335; si a esto se le sumaran las gobernaciones -con relativa facilidad- podríamos construir 400 al año, lo que nos pondría más cerca de la meta. Esto implicaría asignar fondos especiales y descentralizados –lo que iría contra el modelo revolucionario- pero no hay otro camino si no queremos revisar las cifras de construcción cada año y constatar indignados, lo lejos que estamos de lograr que todos los venezolanos puedan levantarse, desayunar e ir a una escuela.

No puedo concluir sin agregar que –aunque no se esté haciendo- construir escuelas es la parte fácil. Lo difícil es financiar su operación y proveerla de los docentes adecuados, pero eso vamos a analizarlo en otra oportunidad