Educador
Secretario de Educación de Miranda
Director de Escuela
Corredor
Montañista

jueves, julio 17, 2014

Carta a los amigos de las escuelas

Respetuosamente escribo a los miembros de esta lista Educación Para Todos (EPT), aunque en realidad tengo en mente a todos los amigos de las escuelas.

Esta semana hemos estado divulgando 3 propuestas impostergables para hacer posible una escuela venezolana de calidad en respuesta a la Consulta que adelanta el MPPE.

Ninguna de las propuestas es original. Todos(casi) estamos de acuerdo en seleccionar maestros por méritos académicos, construir/dotar escuelas y crear un sistema nacional que nos permita evaluarnos.

Hemos sido voceros de miles de educadores que creemos en las escuelas y su función social (sin otras agendas).

Lo que quisiera fuese nuestro aporte (si es que cabe) es la recuperación del sentido de la oportunidad. Por eso propongo el 15 de Enero de 2015 como una fecha tope para lo impostergable.

Al grupo EPT pregunté por la lista de ministros de educación de Venezuela y gracias a sus orientaciones reconfirmé que hasta la fecha (desde 1881) hemos tenido 90 ministros (es decir equipos ministeriales) y su tiempo promedio de duración es 1año y 3 meses (el promedio de los revolucionarios es 2 años), es decir que el 15 de enero ya estarán en la mitad de su gobierno y si no toman medidas, el tiempo será perdido. Una vez más.

El Ministerio de Educación NO va a tomar nuestras propuestas (como deseaba Luisa o valoraban Mariano y Lucio) simplemente por su claridad o pertinencia. Los gobiernos establecen políticas con base a sus sueños o en respuesta a las presiones. Hoy nos toca recorrer el segundo camino, el de la organización y la exigencia (y si algún sueño coincide, mejor).

Los invito a apropiarse del 15 de enero de 2015, con el detalle de que en vez de llamarlo 15E , les pido que lo llamemos E15 porque se trata de Enero y de un año específico, el 2015. (los amigos de las redes podemos llamarlo #E15)

La propuesta es utilizar estos 6 meses para que cada uno de nosotros (y todos los que podamos sumar, incluyendo alcaldes, gobernadores y ministros) desde su espacio y sus posibilidades, promueva, proponga, apoye, diseñe, decrete, escriba, exija, demande, ilustre, proteste, proyecte, materialice, presupueste, acuerde, financie, impulse… cualquier verbo (acción) que permita a Venezuela lograr para el 15 de enero de 2105 (ni un día más) lo siguiente:

1) Una RUTA (convenio, plan, misión, reglamento, ley o lo que sea conveniente) que, comprendiendo la realidad de los actuales docentes titulares, interinos, encargados y suplentes que habitan nuestras escuelas, permita establecer un mecanismo nacional de ingreso a la carrera docente y ascenso a cargos directivos y de supervisión con base a méritos académicos, con particular énfasis en la no discriminación política o uso clientelar de los cargos.

2) Un Plan Nacional de Construcción de Instituciones Educativas, preescolares, primarias y liceos que, responda a las demandas de las comunidades y a los tiempos (tenemos que construir 500 cada año y reparar 7.000, también cada año, durante 6 años), cuente con los mecanismos de financiamiento adecuados (Situado Educativo, por ejemplo), sea público, transparente, con contraloría social y que sume los esfuerzos de alcaldías, gobernaciones, empresas y nación.

3) Un Sistema Nacional de Evaluación del Desempeño Escolar que permita al País conocer los resultados de nuestros esfuerzos escolares, ofrezca información a cada escuela para su planificación (PEIC) y permita diseñar y ajustar políticas públicas para el mejoramiento de las escuelas. Junto a la participación de Venezuela en pruebas internacionales que nos permitan ubicarnos en el mapa educativo mundial, aprender y progresar.

Las decisiones fundamentales para que estas 3 propuestas sean posibles están en manos del Gobierno Nacional y el MPPE, pero nosotros somos también responsables de hacer TODO lo que esté a nuestro alcance para que esto suceda, léase: promover, proponer, apoyar, diseñar, decretar, escribir, exigir, demandar, ilustrar, protestar, proyectar, materializar, presupuestar, acordar, financiar, impulsar…

Creo que los esfuerzos de analizar y criticar (siempre necesarios) deben dar paso al tiempo de proponer y comprometerse.


Tenemos que convertir nuestra amistad y afecto por las escuelas en acciones. Después de #E15 será tarde para muchos y la cuesta a remontar más larga.

martes, julio 15, 2014

Ruta hacia la calidad y lo impostergable: 15 de enero 2015 - Ponencia en Congreso Pedagógico Nacional MPPE


12 de junio 2014

Calidad escolar: consulta, propuestas y lo impostergable

Lo que más defiende a un niño de la pobreza y le abre camino en la vida es lo que aprende en su escuela. El tema de la calidad, es decir, el tema de que la escuela logre lo que se supone es su función, es central para la construcción de una Venezuela justa y de progreso.
El MPPE está finalizando un proceso de consulta nacional en el que hemos participado con la disposición de sumar a favor de las escuelas, es en ese sentido que consideramos fundamental precisar algunos conceptos básicos y medidas impostergables que deben ser tomadas.

Escuela y calidad

Iniciemos con dos cifras. Cerca del 30% de los alumnos de 3er grado del País no comprende lo que lee y según las pruebas PISA aplicadas en Miranda el 80% de los adolescentes de 15 años no tiene las competencias matemáticas mínimas esperadas para su edad. Estos datos no ameritan explicación, pero valga recordar que hasta 3er grado se “aprende a leer” y a partir de 4to grado se “lee para aprender”, por lo tanto un alumno analfabeta en 4to grado va rumbo al fracaso escolar. Ciertamente la educación venezolana necesita tomar medidas inmediatas para atender el tema de la calidad.
Existen distintas formas válidas de entender la calidad y hay quienes consideran prioritario dar esa discusión, pero cualquiera que sea la posición que se tenga al respecto hay temas intrínsecos a la calidad de la educación que ofrecen las escuelas. Todas las definiciones de calidad requieren que los estudiantes comprendan lo que leen, puedan expresarse por escrito y tengan habilidades lógico matemáticas como mínimo. Si algo en común tienen Giordani y José Guerra es que los dos tienen habilidades lectoras y matemáticas, de ahí en adelante hablamos de libertad de pensamiento y opciones de vida.
A veces las discusiones sobre calidad en las escuelas me recuerdan a una discusión que tuve con uno de mis hijos sobre qué programa de radio escuchar y cuando se había dirimido el asunto constatamos que la radio no funcionaba. La mayoría de nuestras escuelas no funciona para ninguna definición de calidad.
Hay conocimientos y habilidades básicas a las que por derecho humano todas las personas deben tener acceso. Calidad es lograr precisamente eso.
La calidad se puede abordar desde la perspectiva de la familia, del aula, desde la escuela o desde las políticas públicas pensando en nuestro sistema educativo. Quiero referirme a la cuarta perspectiva y lo que debemos hacer como País.
Quizás la forma más sencilla –y profunda-  de analizar las políticas educativas de un  país es poner atención a tres cosas: ¿están yendo TODOS los niños, niñas y adolescentes a las escuelas? ¿están TODAS las escuelas a las que asisten en condiciones óptimas de funcionamiento y dotación? Y cuando asisten a escuelas en óptimas condiciones ¿se encuentran con buenas maestras, maestros, profesoras y profesores?  Es decir que lo que necesitamos lograr es que todos los niños, niñas y adolescentes puedan despertarse y en una lapso razonable de tiempo llegar a una escuela o liceo en condiciones adecuadas y encontrarse con una buena maestra o un buen profesor. Esto en Venezuela no lo hemos logrado, para TODOS.

¿Están yendo TODOS los niños, niñas y adolescentes a las escuelas?

Los que no van a las escuelas son principalmente menores de 6 años (30% no asiste a educación inicial) y entre 12 y 17 años (25% no está en los liceos). El caso de educación inicial es grave porque 1er grado termina convirtiéndose en el preescolar de los más pobres y ahí arranca una cadena de carencias: como no tuviste preescolar tienes muchas probabilidades de repetir y llegar a 3er grado sin saber leer, como no sabes leer, tienes muchas probabilidades de desertar… y ahí aparece el tema de la exclusión escolar adolescente. En cifras absolutas se estima que más de 800mil adolescente están fuera del sistema educativo (incluso el ministro Rodríguez afirmó que llegaban al millón). Estamos hablando de llenar 20 veces el estadio universitario de Caracas con muchachos excluidos. Este es quizás el problema educativo y social más importante del país, pues no solamente tendrán problemas para abrirse camino en la vida, sino que le complicarán la vida a las comunidades que habitan. ¿No explica esto en buena medida lo que estamos viviendo en términos de violencia?

¿Están TODAS las escuelas a las que asisten en condiciones óptimas de funcionamiento y dotación?

En este aspecto tenemos que poner atención en la condición actual de la infraestructura escolar y en el importante déficit de escuelas y liceos del País. Sobre la condición de la infraestructura no hay estadísticas oficiales, basta revisar la prensa -especialmente la prensa local- para ver la cantidad de solicitudes y denuncias que diariamente aparecen relacionadas a techos que filtran, baños que no funcionan, requerimientos de espacios deportivos, bibliotecas o salas de computación. En Miranda realizamos una consulta en 2012, se realizaron 320 asambleas escolares que reunieron a más de 17mil personas y el requerimiento principal que apareció en todos los grupos fue el de infraestructura escolar (por cierto el segundo siempre fue la inseguridad).
El déficit de escuelas (o instituciones educativas) se ha estimado en diferentes oportunidades y dependiendo del tamaño (capacidad estimada) de cada escuela se puede llegar a distintas cifras. Algunos cálculos estiman la necesidad de 5.000 nuevas escuelas. Al respecto la Ministra Hanson en 2012 precisó una cifra , informó que se requerían 2.500 simoncitos, 150 escuelas y 450 liceos, es decir 3.100 nuevas edificaciones a ser construidas en 6 años. Esto significaría construir un promedio de 500 nuevas cada año. Si se revisan la Memoria y Cuenta del MPPE de los últimos 10 años se constatará que NUNCA se han construido más de 25 escuelas en un año y nada indica que esto haya cambiado. Aunque el actual Ministro habla de construir 100 nuevas escuelas, aún no ha divulgado la lista con los nombres y ubicaciones de cada una. 100 sería un buen esfuerzo, pero faltarían hacer 400 más, solamente este año.

¿Se encuentran con buenas maestras, maestros, profesoras y profesores?
Durante los últimos 15años en lo referido a los criterios de formación y selección de docentes se dejaron de lado los mecanismos legales e institucionales orientados a darle prioridad a los méritos académicos para el ingreso y ascenso, dando paso a mecanismos discrecionales en la asignación de cargos. Hoy cerca del 40% de los docentes es interino (es decir no-titular) y aunque no hay cifras oficiales se estima que más de 60% de los directivos son encargados (designados discrecionalmente). Es cierto que este problema tiene más de 40 años, pero no es menos cierto que en la década de los 90 el país produjo un reglamento del ejercicio de la profesión docente que con todos sus defectos era un buen punto de partida para avanzar hacia mecanismos institucionales y de mérito que aumentaran las probabilidades de que los mejores docentes ingresaran a las escuelas y ascendieran a cargos directivos.
Por otra parte, la discrecionalidad en la asignación de cargos incluyó la discriminación por universidad de origen, siendo así que los egresados de universidades afectas a las posiciones políticas del gobierno han tenido tratamiento preferencial y los egresados de universidades autónomas y pedagógicos han visto las puertas cerradas sólo por ser egresados de un alma mater no afecta al gobierno. ¿quién dijo que todos los egresados de las misiones o la Universidad Bolivariana eran buenos maestros y que los egresados de la universidades autónomas, privadas o pedagógicos no lo eran, o viceversa? Quienes hemos vivido dentro de las escuelas por más de 20 años sabemos que la condición de buen docente tiene muchos componentes y la universidad de origen no siempre es tan determinante como se cree. El resultado ha sido que se ha propiciado la cultura de que para ser maestro no se requiere tener méritos académicos o profesionales, sino ser “amigo de” o  “estar inscrito en” o “ser egresado de”, en lugar demostrar que “eres capaz de”.
Es así que nuestros estudiantes puede que en ocasiones se encuentren con buenas maestras, maestros profesores o profesoras, pero las más de las veces se encuentran con los amigos de alguien, miembros de algún partido o egresados de ciertas universidades sin que haya mediado ningún mecanismo de mérito para llegaran ahí.
Las políticas  (o ausencia) de formación y selección de docentes han generado grandes distorsiones. Hoy tenemos una gran cantidad de docentes de educación inicial y primaria egresados de misiones o universidades oficiales sin empleo y al mismo tiempo se desestimuló el estudio de especialidades en universidades y pedagógicos conduciendo a un déficit dramático de especialistas para el bachillerato. Al final tenemos maestros desempleados y liceos sin profesores.

Ruta hacia la calidad y lo impostergable: 15 de enero 2015
No hay ninguna duda de que esta situación se puede revertir y en un lapso mediano de tiempo podemos iniciar la recuperación de la calidad de nuestras escuelas. Lo hemos experimentado personalmente en nuestro Estado Miranda, pero hay que tener sentido de la oportunidad y urgencia para tomar decisiones inmediatas.
Sobre la oportunidad, recordando la cifra que una vez escuche, hice cálculos propios y confirmé que el promedio de duración de un Ministro de Educación en Venezuela es de 1año y 3 meses (los ministros de los últimos 15 años han durando un poco más, su promedio es de 2 años) es decir que al actual Ministro probablemente sólo le quede año y medio en su cargo. Esto significa que el tiempo de la consulta ya terminó y tiene que dar paso inmediato a decisiones impostergables. En tal sentido estamos obligados a emplazar al ministro de educación para que antes de 15 de enero de 2015 (para tomar una fecha, no solo significativa para nosotros los educadores, sino que está a 6 meses de distancia y permite incorporar cualquier iniciativa en los planes y presupuesto) presente al País decisiones y medidas en la siguiente dirección:

Concursos

Llamar a concurso público de méritos para ingresar y ascender a la carrera docente, si TODOS los años en una misma fecha se llamara a concurso y ganaran los mejores, poco a poco recuperaremos el prestigio de ser un buen maestro y comenzarán a reaparecer las vocaciones docentes, incluyendo la matemática, la física y las ciencias, seremos también testigos del surgimiento de una generación de directivos de carrera con los que todo docente desea trabajar y que conducirán a las escuelas hacia el progreso.

Plan Nacional de construcción de escuelas

Anunciar un plan nacional de construcción de escuelas que garantice la construcción promedio de 500 edificaciones educativas NUEVAS cada año y la reparación al menos de 7.000 escuelas también cada año. Esto tiene que ser el plan nacional más conocido y divulgado, incluyendo una página web como la de 700 escuelas para Argentina (http://www.700escuelas.gov.ar/web/2013/) en donde estén todas las escuelas en construcción georeferenciadas, los procesos de licitación sean públicos, y el avance de cada proyecto sea verificable para la contraloría social.
Esto NO lo pueden hacer el MPPE y FEDE solos –creo que está más que demostrado que no han podido en 15 años- se necesita el concurso de las 335 alcaldías y los 24 gobernadores y la comunidad organizada.

Situado Educativo para gobernaciones y alcaldía

Hoy la mayoría de los alcaldes y gobernadores (en lugar se ser aliados de las escuelas) están buscando la forma de entregarle sus escuelas a la nación. La razón es muy sencilla, no tienen presupuesto suficiente para mantenerlas en buen estado y mucho menos para construir y operar las que se necesitan.
Venezuela necesita una suerte de “Situado Educativo” urgentemente que asigne recursos en función de escuelas construidas y alumnos atendidos.

Sistema nacional e internacional de evaluación del desempeño

Tomar la decisión de crear un sistema nacional de evaluación del desempeño escolar que anuncie al País y especialmente a cada escuela cuál es el desempeño escolar alcanzado y al mismo tiempo incorporar a Venezuela en las evaluaciones internacionales (TIMSS, PISA, PIRLS y LLECE, por citar algunas) que con todas sus fortaleces y debilidades son el único mecanismo al alcance e inmediato para ubicar a Venezuela en el mapa mundial de la calidad de nuestras escuelas.
Valga acotar que el objetivo fundamental de estas evaluaciones no es la investigación (que por supuesto la investigación es necesaria) sino la reacción de cada docente, directivo, escuela, municipio, estado y nación al enfrentarse cara a cara con la realidad del desempeño de nuestros estudiantes en las escuelas. La mejora de la educación debe partir de la verdad para dar pasos, lentos quizás, pero en la dirección adecuada. El lema de la evaluación de nuestro sistema educativo debe ser evaluar para mejorar.
Una cultura de la evaluación puede construirse sobre la confianza y el acompañamiento, haciendo siempre un manejo ético y respetuoso de los resultados, valorando no sólo al mejor, sino al que mejora.

Apoyaremos el levantamiento de la calidad de las escuelas

Si realmente queremos impulsar un sistema escolar de calidad, medidas como éstas son impostergables. Si el Gobierno Nacional toma decisiones en esta dirección contará con todo nuestro apoyo y acompañamiento sincero en el levantamiento de la calidad de nuestras escuelas. No tenemos prejuicios en trabajar juntos cuando la agenda es la educación y las escuelas, pero si Venezuela amanece el 15 de enero ensimismada, indecisa, sin que nada trascendente y determinante suceda para que TODOS nuestros niños, niñas y adolescentes vayan a buenas escuelas y se encuentren con buenos docentes, confrontaremos con fuerza esta gestión hasta lograr que el país escolar se transforme un verdadero camino para la superación de la pobreza y la construcción del progreso.

Juan Maragall responde 3 preguntas: 1,73 millones de jóvenes venezolanos no estudian ni trabajan

Publicado en Prodavinci..com 15/07/2014

El pasado jueves 10 de julio los investigadores Anitza Freitez, Gerardo Correa, María Di Brienza, Jeaneth Fernández, María Gabriela Ponce y Genny Zúñiga presentaron los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2013, que forma parte del proyecto La juventud venezolana como protagonista de la democracia, llevado a cabo por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Allí se aplicó una encuesta nacional de 168 preguntas a 4022 jóvenes, con edades comprendidas entre los 15 y 29 años. Entre los resultados que más sorprenden de este estudio está que 23% de la población encuestada (casi 1,73 millones) ni trabaja, ni estudia. Y, de esa cifra, un 20% son adolescentes con edades comprendidas entre 15 y 19 años. Juan Maragall, Secretario de Educación del estado Miranda, responde tres preguntas sobre esta problemática.
1. ¿Cuáles son las implicaciones de que más de 1,7 millones de jóvenes se encuentren doblemente excluidos en esa condición?
Para que tengamos una idea de la magnitud del problema, los 900 mil adolescentes desescolarizados podrían llenar 20 veces el Estadio Universitario de Caracas. La exclusión de adolescentes y jóvenes del sistema educativo es el problema social más complejo que tiene Venezuela: es una bomba de profundidad. El adolescente excluido no sólo tiene –y tendrá– importantes limitaciones para su desarrollo personal y el alcance de un proyecto de vida, sino que además genera graves problemas en su entorno familiar y comunitario. Lo que explica en buena media los niveles delictivos y el deterioro de la convivencia que estamos experimentando en el país. Por no hablar de trabajo, innovación y progreso.
2. ¿Conocía esa tendencia? ¿Cree que es una problemática de vieja data?
Desde el punto de vista escolar, este problema lo estamos advirtiendo desde hace más de 10 años por la crisis de la educación media, no sólo en su currículum y desempeño sino en algo tan simple como la ausencia de liceos. En Venezuela tenemos cerca de 28.000 instituciones escolares y en apenas 5.000 de ellas se puede estudiar algún nivel de bachillerato. Eso significa que en más de 20 mil escuelas, cuando nuestros niños terminan el sexto grado, tienen que tomar una decisión difícil: abandonas tu comunidad para continuar la escolaridad o abandonas la escolaridad para quedarte en tu comunidad. La mayoría de las veces optan por lo segundo… o más bien se impone lo segundo, porque cuando no hay alternativas no se puede hablar de opción.
Entonces, nuestras niñas y niños de 12 años se enfrentan a inimaginables barreras para llegar a un liceo: la distancia, los costos, la violencia y la discriminación aparecen en su camino justo en la etapa de la vida cuando estás menos preparado para enfrentarlo. El punto de quiebre de nuestro sistema educativo está ahí, entre sexto grado y primer año, cuando todavía no sabes si eres niño o joven.
3. ¿Cómo cree que pudiera cerrarse esa brecha?
En primer lugar hay que invertir en la calidad de los liceos, sus profesores, la dotación, la infraestructura y el mantenimiento. El liceo debe ser el lugar más interesante y atractivo para el adolescente. Y hoy no lo es.
Si al diagnóstico que nos presenta la UCAB le agregamos los resultados de las pruebas del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, pro sus siglas en inglés) aplicadas en Miranda en 2010, encontramos por ejemplo que el 80% de los adolescentes tiene niveles de desempeño en Matemáticas por debajo del mínimo esperable para su edad. La calidad de nuestros liceos no responde a las expectativas de nuestros adolescentes ni a las del país. La respuesta al adolescente desescolarizado, o al potencial desertor, debe ser un buen liceo.
Durante los últimos 15 años, el bachillerato ha sido abandonado. No hay políticas para el estímulo ni para la formación de profesores especialistas. Más bien al contrario: hay prácticas de desestímulo y discriminación. La inversión en dotación y mantenimiento es casi nula y las opciones de nuestros adolescentes se han reducido a tres palabras: moto, pistola y misión. La primera te da libertad de movimiento, la segunda poder y la tercera una inclusión clientelar. Ninguna de las tres te convierte en un ser educado, independiente, autónomo y con capacidad de forjarte un proyecto de vida para ti, tu familia y el país.
En segundo lugar necesitamos hacer un gran esfuerzo nacional para la construcción de buenos liceos que estén cerca de la gente. Estimamos que Venezuela necesita 1.000 nuevos liceos para cubrir la totalidad de la demanda y, si revisamos las memorias y cuentas del Ministerio de Educación, constataremos que en los últimos años nunca se construyen más de 20 escuelas en un año y casi nunca un liceo. Es imperativo un plan nacional de construcción de liceos de la mano de alcaldes y gobernadores. Si cada alcalde y gobernador construyera un liceo, en tres años podríamos resolver el problema de la exclusión del bachillerato. Sería un gigantesco paso en la dirección correcta, aunque resolver la calidad nos va a tomar más tiempo.