Palabras a la promoción
de Licenciados en Comunicación de la Universidad Monteavila
28 de Julio 2016
Queridos graduandos, en nombre de sus padres quiero
compartir algunas reflexiones
Hace poco más de 100 años, Samuel McGill, mi bisabuelo de origen chileno, tomó la difícil decisión de aceptar la invitación del General Gómez para fundar y dirigir la Academia Militar de Venezuela; años después su hijo, mi Tío Abuelo Julio McGill, miembro de la generación del 28, tomó la difícil decisión de formar parte del intento de derrocar a Gómez y se embarcó en el Falke para luego terminar preso en La Rotunda. Fallada la intentona, mi abuela Fina McGill y sus hermanas tomaron la difícil decisión de exilarse en España, en dónde se enamoró y casó con mi abuelo Ernesto Maragall, cuando justamente en 1936 estallaba la guerra civil española. Así que tomaron la difícil decisión de emigrar a Venezuela. Años después decidieron volver a España y mi padre Julio Maragall tomó la difícil decisión de quedarse sin sus padres en Venezuela. Comenzando los 80 a mi me correspondió tomar la difícil decisión de estudiar educación en un país donde el educador no es valorado y ejercer mi profesión en los años del viernes negro, caracazo, golpes, revolución y polarización.
Hoy a Uds -nuestros hijos- les corresponde tomar sus propias decisiones difíciles.
La historia de mi familia es simplemente una más, seguro que las familias de cada uno de Uds están llenas de decisiones difíciles.
Sí, la vida es difícil, siempre lo ha sido, pero se puede
vivir con plenitud y ser felices.
Nunca le reclamen a la historia el tiempo que
les tocó vivir, asuman su difícil y luchen por su proyecto de vida.
Tengan personalidad y carácter
La segunda reflexión comienza con una anécdota familiar.
Desayunando con uno de mis hijos cuando contaba solo con 6 años me preguntó:
- ¿Papá qué es personalidad?
- ¿Dónde lo escuchaste?
- Es que me dijeron que tenía que tener más personalidad
Le dije entonces que tener personalidad era saber lo que es
bueno y lo que no lo es, lo que consideras correcto y lo que no lo es, y actuar
en consecuencia, haciendo lo que tu consideras bueno y correcto. No dejarte
llevar.
El me respondió: Sí, yo si tengo personalidad
Inmediatamente cambió su cara como pensando y dijo:
- Bueno, a veces no
tanto
- ¿y por qué no? pregunté
- es que a veces hago lo que me dice mi maestra…
Sí, sus maestros, profesores y sus padres hemos pasado todos
estos años tratando de forjar en Uds una personalidad y carácter, a veces haciéndolos
hacer cosas que no querían. Ese tiempo pasó. Ahora les toca hacer lo que Uds consideran
correcto, su padres y profesores quedamos si acaso como consulta. Las decisiones son de Uds.
Según mi experiencia en los primeros años de vida
profesional –créanme- la sociedad los va a probar, les van a hacer todo tipo de
propuestas y tendrán que elegir entre muchos caminos. Estén a la altura,
muestren personalidad y carácter.
Ahora quisiera hacerles una reflexión como generación. Se respiran tiempos de cambio en una Venezuela que vive un modelo agotado y viene a mi memoria una afirmación que hace 30 años le escuché a un político que ha detentado los más altos cargos en el actual gobierno.
El decía: Es mejor
errar con la gente que acertar sin ella.
Esta sentencia me revolvió siempre el estómago por la
irresponsabilidad implícita del líder que, a pesar de contar con información,
formación y experiencia, prefiere complacer a la gente que se equivoca antes
que iniciar un debate franco o asumir una tediosa y riesgosa labor de pedagogía
social. Pero hay que dejar bien claro que aquí durante ya casi 20 años se “erró
con la gente”. Una gran mayoría de venezolanos acogió este proyecto País como suyo
y se subieron en ese tren con la esperanza y confianza de viajar a un destino
deseado. El tren llegó a una Venezuela infernal, pero el viaje fue en grupo.
Ahora a uds les toca “acertar con la gente”, es la ruta más
difícil, pero parece ser la única que conduce a una Venezuela deseada y posible.
En los 90´s cuando uds apenas nacían o estaban por nacer en Venezuela
intentamos acertar, pero sin la gente y fracasamos. No repitan nuestros errores.
Mensaje sobre las mujeres y la profesión
Nuestra sociedad sostiene una lucha permanente por la igualdad y la no discriminación en muchos ámbitos y como educador no puedo dejar pasar esta oportunidad sin referirme a la discriminación de la mujer.
Necesitamos mujeres que destaquen en lo profesional y funden
familias integras. Pero el peso y la fortaleza de una familia no puede recaer
sólo en los hombros de las mujeres. El equilibrio de lo personal, lo familiar y
lo profesional nos corresponde a todos.
No dejen que nunca nadie les haga sentir que Uds. no pueden ser grandes profesionales.
Porque no solo sabemos que si pueden, sino que la sociedad necesita que puedan.
Créanme que se puede hacer, soy testigo y conozco desde hace más de 30 años a una mujer
que es excelente profesional, extraordinaria madre y mejor esposa.
Así
que vayan, escojan y asuman su difícil, tengan personalidad, acierten con la
gente y supérennos. Nada nos hará sentir más orgullosos que saber que uds
llegaron más lejos.